La economía.

La administración justa y eficiente de los recursos.

¿Quién no ha oído hablar de economía o quien no ha sentido sus efectos? Creo que nadie escapa al tema económico. no importa la carrera que hallas estudiado, ni a que te dediques, nadie, absolutamente nadie, está exento de sufrir las consecuencias económicas de las decisiones propias o ajenas. Creo que uno estará mejor preparado para tomar decisiones económicas si conoce por lo menos algunos de sus principios.

Hay que tener en cuenta que el mundo de hoy se presenta complejo y cambiante. La mayoría de los negocios participan en la economía global, la cual incluye el comercio internacional de productos y servicios, el movimiento laboral y los flujos de capital e información. El mundo se ha vuelto considerablemente más pequeño a medida que se han mejorado las capacidades de comunicación y tecnología, así como por los acuerdos comerciales que promueven el movimiento internacional de productos y servicios entre países.

Así las cosas, debemos tratar de entender cómo funciona la economía. tanto desde el punto de vista teórico como también sus consecuencias prácticas.

¿Qué es la economía y cuál es su campo de estudio?

El vocablo tiene al menos tres significados diferentes. Por una parte, es sinónimo de ciencia económica; en otro sentido, se utiliza para designar el sistema económico concreto existente en un país o región, como cuando se habla de «la economía japonesa», por ejemplo. Por último, y más apegada a la etimología del término, la palabra economía significa, en el lenguaje corriente, la administración recta y prudente de los bienes, el ahorro de tiempo, materiales o trabajo. Esta acepción, en términos ya algo más técnicos, significa entonces el uso óptimo de los recursos de forma que una cantidad dada de los mismos produzca la mayor satisfacción o utilidad. En este sentido, pues, economía es sinónimo de eficiencia, de escogencia entre medios escasos para el logro de fines determinados con lo cual se establece un vínculo teórico con el primero de los significados mencionados.

La economía es la ciencia social que estudia: La extracción, producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios; La forma o medios de satisfacer las necesidades humanas mediante recursos limitados; La forma en la que las personas y sociedades sobreviven, prosperan y funcionan.

La Economía puede aplicarse a un rango muy amplio de situaciones y actividades. Por ejemplo, puede utilizarse para comprender la fijación de precios de los bienes y servicios disponibles en una sociedad, el comportamiento de los mercados financieros y su impacto en la sociedad.

Además, la Economía permite estudiar y anticipar el comercio internacional, o guiar la intervención del Estado en los mercados internos o en la distribución de la renta. También puede aportar datos que mejoren los métodos de combate de la pobreza, o incluso las teorías de crecimiento y de los ciclos económicos.

El estudio económico es de suma importancia porque se ocupa de los grandes dilemas de todo sistema social. Entre ellos se encuentran cómo satisfacer nuestras necesidades, cómo realizar los intercambios de rigor, cómo recompensar el trabajo. Incluso si el futuro trae sociedades muy distintas, estos problemas seguirán siendo centrales.

Al igual que sucede con prácticamente todas las disciplinas científicas, no existe una única definición de economía que satisfaga a todos los economistas y que pueda sintetizar perfectamente el variado campo de interés de esta ciencia. Surgida como una reflexión particular dentro de los campos de la filosofía política, moral y social, la ciencia económica ha atravesado por una serie de etapas que muestran los diferentes problemas considerados como centrales en cada época.

La preocupación de los fundadores y de los economistas clásicos giró en gran medida alrededor del problema de la riqueza, de su producción y su distribución. Hace ya unos cien años Alfred Marshall propuso una definición que expresaba bien esta perspectiva: «La ciencia económica examina aquella parte de la acción social e individual que está más estrechamente ligada al logro y empleo de los requisitos materiales del bienestar.» Característico de este enfoque es la separación entre lo material y lo no material, así como el énfasis puesto en los aspectos productivos; la idea de que existe una acción social, por otra parte, tiende a oscurecer el proceso de elección racional que es base del pensamiento económico moderno.

Ya influido por varias décadas de pensamiento neoclásico Lionel Robbins, en 1932, propuso una definición que tuvo amplia difusión y fue aceptada por una buena parte de los pensadores de la disciplina: «La economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos.» Obsérvese cómo se traslada aquí el énfasis hacia el proceso de elección y como desaparece por completo toda referencia a los procesos productivos o los bienes materiales.

Concebida así la economía desde un punto de vista mucho más abstracto puede decirse que la siguiente polémica, aunque para nada nueva en sus puntos fundamentales, giró alrededor de la distinción entre proposiciones positivas y normativas. Entendiendo que Robbins separaba lo más nítidamente posible ambas esferas muchos objetaron que la ciencia económica no podía prescindir de los juicios de valor. Tanto la escuela conocida como Economía del Bienestar como el marxismo se situaron en esta última perspectiva: los primeros con su definición de que la economía «es el estudio de las condiciones bajo las cuales puede maximizarse el bienestar de una comunidad»; los segundos porque en última instancia siempre postularon el carácter clasista de todo pensamiento económico.

Más recientemente se ha destacado el problema del sujeto, o actor económico, en la definición de Robbins. Hayek y otros pensadores han destacado que no existen auténticas elecciones colectivas y que la economía es, esencialmente, una ciencia que estudia las relaciones que surgen a partir del intercambio; en este enfoque se destaca que el análisis de «los medios escasos», en abstracción del proceso de selección o escogencia, es una materia de estudio que pertenece más al ámbito de la tecnología que al de la economía en sí. La escuela del Public Choice, por otra parte, ha procurado extender el instrumental metodológico de la economía a situaciones y procesos tradicionalmente estudiados por otras disciplinas (las ciencias políticas, la sociología, etc.) con la intención de comprender más a fondo los procesos de elección que se desenvuelven alrededor de los problemas globales de la sociedad.

La ciencia económica, como disciplina que estudia la conducta de seres humanos en relación mutua, debe considerarse como una ciencia social. Por lo mismo, ella está ligada -más o menos estrechamente, según el enfoque que se siga y el problema concreto que se esté estudiando- a otras disciplinas del campo humano y social: al Derecho, por cuanto la actividad económica sólo puede existir dentro de un marco normativo determinado, que hace posible y condiciona los intercambios entre los seres humanos; a la Psicología, por cuanto implica el estudio de las escogencias que hacen los hombres y las reacciones típicas de los mismos cuando procuran maximizar su utilidad en condiciones de incertidumbre; a la Lógica, las Matemáticas y la Estadística, por cuanto busca presentar sus conclusiones de modo formal, adoptando el lenguaje riguroso y los procedimientos racionales de estas disciplinas; a la Política, la Sociología y la Historia, por cuanto la comprensión acabada de los fenómenos y procesos económicos debe integrar el conocimiento de la sociedad dentro de la cual éstos se desenvuelven, muchas veces en una perspectiva temporal de larga duración.

Micro y macro

La economía en realidad comprende dos materias. En primer lugar, es la especialización técnica que estudia cómo y por qué las personas toman ciertas decisiones. En segundo lugar, es el estudio más amplio de cómo los gobiernos pueden mejorar el crecimiento, contener la inflación, mantener sus finanzas y garantizar que el desempleo no aumente demasiado. La distinción entre la microeconomía y la macroeconomía es fundamental para comprender la economía.

«¿Micro o macro?» es, por lo general, la primera pregunta que se hacen dos economistas a los que acaban de presentar: La distinción entre los dos enfoques llega hasta el corazón de la economía. De hecho, los economistas más estrictos consideran por lo general que se trata de dos campos de estudio completamente separados, hasta el punto de que muchos pasan toda su vida especializándose en uno u otro sin sentir en ningún momento que algo les falta.

¿Cuál es la diferencia? Del griego mikros que significa «pequeño», la microeconomía es el término que designa el estudio de cómo los hogares y las empresas toman sus decisiones e interactúan con los mercados. Por ejemplo, un especialista en microeconomía puede dedicarse al estudio de cómo un tipo de agricultura en particular ha crecido o disminuido en años recientes.

El término macroeconomía, del griego makros, «grande», designa el estudio de cómo las economías funcionan en su conjunto. Un macroeconomista se interesa más por cuestiones como por qué la tasa de crecimiento de un país es tan fuerte mientras que la inflación es baja (como ocurrió en Estados Unidos durante la mayor parte de la década de 1990) o cuáles son las causas del aumento de la desigualdad (como ha ocurrido en las últimas décadas tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido).

Las raíces de la distinción. ¿Por qué esta división? Se trata de una buena pregunta, pues, de hecho, hasta mediados del siglo XX no existía división alguna. Un economista era sencillamente un economista. Quienes se centraban en cuestiones de gran escala se autodenominaban economistas monetarios, mientras que lo pequeño era asunto de la teoría de precios. De hecho, los economistas tendían a pensar mucho más a pequeña escala. Luego vino John Maynard Keynes, que transformó la percepción de la disciplina (véase el capítulo 9). Básicamente, Keynes creó la macroeconomía, con su énfasis en la función del Estado, tanto en el contexto nacional (uso del dinero público y los tipos de interés para mantener la economía en el buen camino) como en el contexto internacional (vigilancia del comercio con las demás naciones).

La microeconomía, por su parte, ha crecido hasta convertirse en un área de estudio gigantesca por decisión propia. En particular, se concentra en la forma en que la oferta y la demanda interactúan en diversas circunstancias. Examina las reacciones de las personas a los impuestos y las regulaciones, a los cambios en los precios o en los gustos, pero no llega a sacar conclusiones sobre el efecto de todo ello en la economía entera. Ése es el trabajo del macroeconomista.

Los dos enfoques están interrelacionados, por supuesto, pero lo que los hace materias diferentes es que mientras la microeconomía se centra en un mercado considerado de forma aislada, la macroeconomía se ocupa de los mercados en su conjunto.

Esto necesariamente implica que los macroeconomistas a menudo hacen

suposiciones muy amplias acerca del comportamiento de una economía, incluida la de que a largo plazo tenderá a un equilibrio entre la oferta y la demanda (una suposición que sigue suscitando muchas discusiones).

Una diferencia de enfoque.

Las informaciones económicas de la prensa de calidad normalmente se centran en cuestiones macroeconómicas: los cambios en los tipos de interés o las cifras de la inflación; el producto interior bruto de un país; noticias sobre una recesión o un auge económico importante; el mensaje del ministro de Hacienda en los últimos presupuestos; etc. Por lo general, las noticias macroeconómicas se distinguen por su enfoque global y abstracto.

Por su parte, las noticias centradas en las finanzas personales (los efectos que probablemente tengan los impuestos y otras medidas gubernamentales en las vidas cotidianas de las personas, por ejemplo) se fundan con más firmeza en consideraciones microeconómicas. Se trata de una perspectiva más pegada a la tierra y concreta.

Si quieres saber más sobre este y otros temas relacionados, te invito a leer los siguientes apuntes:

La economía política. Las relaciones sociales de producción.

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