El cerebro básico

El guardián de nuestra supervivencia.

También llamado el cerebro reptiliano o complejo reptílico ocupa aproximadamente el 5% del total de nuestra masa cerebral. Se encarga principalmente de poner en marcha nuestras funciones más básicas y primitivas como por ejemplo, protegernos de posibles amenazas, defendernos y huir para asegurar nuestra propia supervivencia. Es el encargado también de llevar a cabo algunas conductas inconscientes e involuntarias como nuestra respiración, la presión sanguínea, la temperatura, el equilibrio, entre otras.

Las estructuras principales involucradas en el cerebro básico son: el tallo cerebral y la medula espinal, que sirven como canal para los impulsos y la información entre el medio externo y el cerebro; el sistema reticular activador dentro del tallo cerebral, el cual canaliza la información hacia el cerebro límbico y la neocorteza, los ganglios basales que proveen de la función motora, como también del almacenamiento de la memoria básica de los patrones sensoriales.

EL TALLO CEREBRAL Y LA MÉDULA ESPINAL

La médula espinal se extiende a lo largo de la espalda y es la conductora de los impulsos desde la piel o mundo exterior hacia el tallo cerebral. A lo largo de la medula espinal se extiende el sistema nervioso aferente y eferente. El sistema nervioso aferente transporta los impulsos desde las aperturas o poros de la piel hasta la medula espinal y luego hasta el tallo cerebral. Dentro del tallo cerebral estos impulsos pasan a través de un grupo de fibras conocido con el nombre de sistema reticular activador y así llegan al cerebro límbico y luego a la neocorteza. Desde allí los impulsos son devueltos a través del ​sistema nervioso eferente a los músculos para efectuar la acción en el mundo exterior.

La información procedente de nuestro medio ambiente penetra, por lo menos, hasta nuestro tallo cerebral sin nuestro consentimiento consciente. Somos conscientes de ello en forma de sentimiento solamente a medida que pasa por nuestro sistema límbico, o posteriormente como pensamiento, imagen o intuición al entrar a la neocorteza. Estas señales podrían mantenerse inconscientes hasta que aparezcan en nuestro hemisferio izquierdo o en el derecho.

EL SISTEMA RETICULAR ACTIVADOR

El sistema reticular activador se encuentra dentro del tallo cerebral, se conecta con los nervios principales en la columna vertebral y con el cerebro. El escoge los cien millones de impulsos que asaltan al cerebro cada segundo, desviando lo trivial y permitiendo la entrada a lo vital para poner la mente en alerta. La mente no puede funcionar sin este paquete catalítico de células. El resultado de su daño es el estado de coma, la perdida de la consciencia.

Cien millones de impulsos por segundo, entran al menos hasta el tallo cerebral y entonces a través del sistema reticular activador, la energía puede pasar hasta el cerebro límbico y luego hasta la neocorteza. Cuando estos impulsos se registran en el cerebro límbico, comenzamos a sentir o a permitirnos estar conscientes de lo que estamos sintiendo. Al registrarlos en la neocorteza comenzamos a pensar, imaginar o intuir. También es posible que no nos hagamos conscientes de buena parte de la energía que estamos recibiendo sino hasta más tarde. En la noche, entrando en la relajación más profunda al dormir, quizá nos permitamos tener acceso a más información, la cual puede aparecer en imágenes o mensajes verbales que llamamos sueños, el lenguaje más sutil de este cerebro.

EL GANGLIO BASAL

 El ganglio basal se forma alrededor del tallo cerebral. El daño a alguna parte de esta área puede traer como consecuencia la incapacidad de controlar el movimiento del cuerpo. El ganglio basal está involucrado en mucho más que la mera actividad motora. Por ejemplo, aprendimos a caminar siendo niños en interacción con nuestro medio y por medio de respuestas al estímulo. Archivamos el patrón de cómo caminar y ahora caminamos sin pensar en cómo hacerlo. De la misma manera, fuimos impactados por diferentes tipos de comportamiento en general, no solamente de un comportamiento motor, de la gente a nuestro alrededor y aprendimos a actuar en respuesta a lo que estaba sucediendo. Nuestra reacción al estímulo puede haber sido imitativa o una reacción contraria. Todo lo que sabemos es que estábamos expuestos y que nuestro cerebro básico registró nuestra reacción en forma de patrón. Cuando, por ejemplo, hemos decidido innumerables veces que definitivamente no vamos a reaccionar frente a la persona que nos pone furiosos, pero algo ocurre y reaccionamos. Algo en nosotros es estimulado por algo en la otra persona. Ahora bien, conociendo nuestro cerebro básico, podemos hacernos conscientes de que lo estimulado es el patrón que tenemos archivado en nuestra memoria y en vez de culpar al otro o escondernos de nuestra memoria como si fuera un área oscura inmanejable o una sombra, podemos volver de nuevo a esa memoria, para buscar nuevas decisiones. Y cuando no podamos tomar una decisión nueva, al menos podemos estar conscientes de que la raíz del problema específico yace dentro de nosotros en forma de patrón y no en la otra persona.

La existencia de los patrones sensoriales archivados en el ganglio basal del cerebro básico también explica el proceso de adicción en el que estamos todos involucrados, si no es con alcohol o con drogas, entonces es con comportamientos habituales y repetitivos.

 LAS INTELIGENCIAS DEL COMPORTAMIENTO DEL CEREBRO BÁSICO

La inteligencia básica: ​es la capacidad de movernos hacia algo y de alejarnos de ello; ser capaces de imitar o de inhibirnos ante algo o alguien en beneficio de nuestra vida o la de otros.

La inteligencia de los patrones​: es la capacidad de conocer los patrones que gobiernan nuestro comportamiento y de ser capaces de alterarlos cuando sea necesario.

La inteligencia de los parámetros: es la capacidad de reconocer, entender y transformar los ritmos, rutinas y rituales de nuestra vida.

Si quieres saber más sobre este y otros temas relacionados, te invito a leer los siguientes apuntes:

El cerebro humano. Un breve vistazo a su funcionamiento

El cerebro y la mente. Los autores de nuestro mundo interior.

La inteligencia humana. Las teorías de las inteligencias múltiples.

Las inteligencias del comportamiento del cerebro básico.

El sistema límbico. El cerebro de las emociones

La corteza cerebral y sus dos hemisferios. Lo que diferencia al ser humano de otras formas de vida

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